Por ahí wikipedia detalla la historia de su familia y los méritos individuales de este crítico, periodista y novelista francés.
El extracto biográfico detalla los destacados logros de Karr en las distintas actividades que emprendió durante su vida.
No importa cuán destacados fueron esos logros.
Karr ha pasado a la posteridad por su autoría de la frase que acortamos para titular esta entrega: Plus ça change, plus c'est la même chose.
Según la norma, debería escribirse 15 000 millones |
El epigrama (¿aforismo?) de Karr se publicó en 1849, en el mensuario satírico Les Guêpes (Las Avispas), que él fundó.
Queda descartado, pues, que se estuviese refiriendo al uso de la coma o del punto como separador de decimales al escribir cantidades.
Pero vamos por partes.
Las nuevas normas de ortografía anunciadas hace apenas unos meses por la RAE nos dicen (según el extracto del pdf divulgado por la Fundéu BBVA):
Nótese que se trata de una recomendación de usar el punto decimal, seguida de: “… aunque se sigue aceptando la coma”.
Un cambio, dirán algunos. Bueno, sí… y, al mismo tiempo, no.
Veamos por qué.
Durante más de medio siglo, todos hemos aceptado la existencia de una normativa internacional por la cual se establece el uso de la coma para separar los decimales.
¿Cómo que hemos aceptado?, podrá decir más de alguno, esgrimiendo libro (o mouse —y bueno, ratón, pues— de la computadora) en mano para recordar que el Diccionario Panhispánico de Dudas dice claramente:
“4.4. En los números escritos con cifras, la normativa internacional establece el uso de la coma para separar la parte entera de la parte decimal: π = 3,1416…” (negritas mías).
Lo de “normativa internacional” referida a la coma decimal se repite aquí:
4. Usos no lingüísticos
“En las expresiones numéricas escritas con cifras, la normativa internacional establece el uso de la coma para separar la parte entera de la parte decimal. La coma debe escribirse en la parte inferior del renglón, nunca en la parte superior: π = 3,1416.” (negritas mías).
Tanto al hablar del uso no lingüístico del punto como del de la coma, el DPD destaca, en el caso del primero, que el uso del punto decimal es “propio de países de habla inglesa y extendido en algunos países hispanoamericanos”.
Agrega: “El uso del punto como separador de la parte entera y la decimal se ha generalizado para señalar la ubicación de las emisoras de radio en el dial: Radio Intercontinental, 104.9.”.
[A lo cual digo, ¡Satamismo! Si nadie puede precisar la última vez en que escuchó a algún locutor invitar a la sintonía de La Romántica 102 coma 9 es porque ese no fue jamás el uso.]
Una precisión similar hace el DPD en ese apartado 4 del uso no lingüístico de la coma, justo inmediatamente después de escribir π con la separación de la coma decimal:
“Pero también se acepta el uso anglosajón del punto, normal en algunos países hispanoamericanos (→ punto, 4.4): π = 3.1416.”
O como dirían algunos en mi país, gallo-gallina. Medias tintas, dirían otros. Lo cual es precisamente la historia en torno al famoso punto/coma decimal.
Dos años antes de que el DPD viese la luz del día, la Oficina Internacional de Pesos y Medidas (BIPM) —la sigla se refiere a su nombre en francés, Bureau International des Poids et Mesures)— anotaba ya, tras la conclusión de su 22ª conferencia general, toda la historia en torno al debate de punto o coma decimal (como se lee ahí, lo de normativa internacional era simplemente la interpretación que se hacía de la Resolución 7 de la conferencia general celebrada en 1948).
Esa parecería ser la conclusión más lógica, en vista de que el documento citado en esa página web agrega, tras resumir la cuestión, que la 22ª conferencia
“declara que el símbolo para el separador decimal será lo mismo el punto sobre el renglón o la coma sobre el renglón” (mi traducción)
El documento concluye (reproduzco en la versión original en inglés) diciendo que la conferencia
reaffirms that "Numbers may be divided in groups of three in order to facilitate reading; neither dots nor commas are ever inserted in the spaces between groups", as stated in Resolution 7 of the 9th CGPM, 1948.
O, como dice la RAE en sus nuevas disposiciones de ortografía: “Se recuerda que lo apropiado para agrupar los dígitos de tres en tres es el espacio, no la coma ni el punto”.
Se recuerda, anoto, porque ya lo dice el DPD en su mención de los usos incorrectos del punto:
“5.2. Aunque todavía es práctica común en los números escritos con cifras separar los millares, millones, etc., mediante un punto (o una coma, en los países en que se emplea el punto para separar la parte entera de la decimal), la norma internacional establece que se prescinda de él. Para facilitar la lectura de estos números, cuando constan de más de cuatro cifras se recomienda separar estas mediante espacios por grupos de tres, contando de derecha a izquierda: 52 345, 6 462 749.”
Es usted un genio total, M. Jean-Baptiste: Plus ça change, plus c'est la même chose.
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