Friday, May 18, 2012

Viajes con la imaginación: el ganador

No es que precisamente eso tenga nada de malo pero, a este paso, uno correría el riesgo de creer que la imaginación es más fértil entre los pequeñuelos.
Botín jugoso para cualquier bucanero
Por segundo año consecutivo, un estudiante de segundo grado se ha hecho merecedor del primer premio en el concurso Google 4 Doodle.
Los asiduos visitantes de este blog recordarán que fue a mediados de marzo cuando reseñábamos, en el post que titulamos Viajes con la imaginación, el triunfo de Matteo López —entonces alumno de segundo grado de la primaria Monte Verde, en California— en la versión 2011 del concurso con su trabajo “Space Life” (Vida espacial).
La historia ha vuelto a repetirse este año y el ganador del Google 4 Doodle 2012 —cuyo tema ha sido “If I Could Travel In Time, I´d visit…” (Si pudiera viajar en el tiempo, visitaría…)— es Dylan Hoffman, de la escuela Prairie en Caledonia, Wisconsin.
Este artículo online incluye más detalles sobre el ganador y el botín a que se ha hecho acreedor por su ilustración para el concurso, al igual que imágenes de las participaciones de los otros finalistas.
Para ver una muestra completa de los finalistas estatales y de los ganadores por estado y grupo escolar (el post anterior en Hablanzas detalla el proceso en su totalidad), pueden visitar la galería  de Google.
Parte del jugoso botín: la ilustración de Dylan Hoffman figurará en una edición limitada de la caja de 64 colores de Crayola, la empresa que este año copatrocinó el concurso, según la muestra aquí incluida.

Wednesday, May 9, 2012

Día de la Mama

Ni mama ni mamá: siempre fue Mayita
En caso de que haya todavía por ahí algunas mentes inquisitivas interesadas por la situación, el caso es el siguiente: las noticias son tanto buenas como malas.
Para no seguir la costumbre, primero la buena noticia: hablando del lenguaje, castizo sigue teniendo  el mismo significado que normalmente le atribuimos todos: “Puro y sin mezcla de voces ni giros extraños”.
(Como puede verse en las otras acepciones que nos ofrece el mataburros, el vocablo se usa también para aquello que es “de buen origen y casta” e igualmente califica lo que sea “típico, puro, genuino de cualquier país, región o localidad”.)
Ahora, la mala noticia: mucho de lo que consideramos “castizo” en el lenguaje no se ajusta necesariamente a la definición.
Un ejemplo lo daba hace ya medio siglo el ahora fallecido lingüista ecuatoriano Humberto Toscano, cuando criticaba la errónea creencia esa de que decir “mama” (así, sin el acento agudo) para referirse uno a su madre, distaba mucho de ser buen castellano.
[La distinción esa no fue jamás problema alguno en el caso mío y de mis hermanos menores. Nuestra madre, cuya imagen de hará unos 50 años ilustra este post, fue para nosotros siempre "Mayita", un término cuyo origen no logramos nunca establecer —tanto ella como mi padre, a quien los tres llamamos siempre "Payito", usaban la voz aguda para referirse a nuestras abuelas.]
Tanto la voz grave mama como la versión acentuada, mamá, nos dice la Real Academia Española en el Diccionario, son acepciones coloquiales para referirse a una “hembra respecto de su hijo o hijos” (el desdoblamiento común de nuestros días obligará, supongo, a escribir “respecto de su hijo o hija o hijos o hijas”).
[Lo de “hembra” debe entenderse, me parece, porque madre se usará igual para denotar a la progenitora no sólo de seres humanos.]
Ambos, “mama” y “mamá”, anota el Diccionario, son términos que se usan más en lenguaje infantil.
Pero vean la diferencia entre el vocablo grave y el agudo.

mama.
(Del lat. mamma, voz infantil).

mamá.
(Adapt. del fr. maman).

Mamá, decía Toscano en una columna periodística, es palabra “poco castiza en castellano”. Y agregaba: “El acento agudo, muy francés, es un galicismo bien conocido por los filólogos. Fue la corte francesa de los Borbones la que introdujo en España la acentuación mamá”.
Añadía el lingüista: “Como la lengua no está hecha precisamente de palabras 'castizas', o sea de palabras viejas, de casta, sino meramente de palabras que se usan por las gentes cultas, en nuestro tiempo resulta vulgar decir 'mama'. El galicismo ha triunfado. Pero no creamos que por ello se deba menospreciar la vieja acentuación grave”.
Cualquiera que sea el término cariñoso que cada uno de nosotros pueda haber adoptado para referirse a quien nos dio la vida (o para quien la dio a nuestros hijos o para nuestras hijas que a su vez han procreado a nuevas generaciones), vaya aquí pues, con todo cariño, un afectuoso saludo del Día de la Madre —o de la Mamá ... o de la Mama.

Sunday, April 29, 2012

Obama se mofa de sí mismo... y de la prensa

Video de la Casa Blanca: Obama ante la prensa
El arte de la comedia no es para cualquiera. Y no hablo solo de la capacidad de hacer reír a otros.
Todo el mundo quiere ser un comediante, es el comentario con que ocasionalmente se ningunea —en tono a veces jocoso, pero casi siempre mordaz— a quien se mofa del infortunio que afecta al blanco de la broma.
Eso de que la comedia no es para cualquiera va también por lo difícil que es, para algunos, captar el humor en una situación. Cualquiera que haya tenido que “explicar” un chiste sabe de qué hablo.
Mucho de lo que llamamos humor depende, por supuesto, del conocimiento que tengamos de la situación específica que invita a la hilaridad. En términos de lingüística, el contexto del cual depende el valor del vocablo, la frase u oración, el comentario que se está evaluando.
Eso va tanto por los antecedentes como por el entorno físico mismo en el cual se expresa el comentario. Como es el caso del mensaje humorístico del presidente Barack Obama el sábado, en la cena anual de la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca (White House Correspondents’ Association).
Como puede apreciarse (comenzando a los aproximadamente 0:45 del clip) en el video divulgado por la Casa Blanca en youtube, Obama subraya que se trata de un “histórico aniversario: fue hace un año, en esta ocasión —de hecho, en este mismo fin de semana— que finalmente impartimos justicia a uno de los individuos más notorios del mundo”.
Hay una clara alusión al hecho de que su mensaje del año pasado coincidió prácticamente con el inicio de la operación de comandos que culminó con la muerte de Osama bin Laden, pero el aplauso y la hilaridad que desata la frase se explican por la imagen del magnate norteamericano Donald Trump que se muestra en ese mismo instante en las enormes pantallas de TV en el auditorio.
Por esa misma fecha, poco antes de la cena periodística anual, Obama había dado a conocer la versión completa de su partida o certificado de nacimiento. Silenciando así a Trump, que en las semanas precedentes había estado más que ocupado promoviendo la noción prevaleciente entre algunos de que Obama no es estadounidense por nacimiento y, en consecuencia, incapaz de ejercer el cargo.
Para rematar, el presidente añade que David Axelrod, uno de sus principales asesores, gusta de recordarle que está “en el medio de una enconada temporada electoral” y que no debe desperdiciar oportunidad alguna para darse a conocer, de nuevo, a los electores estadounidenses.
Así, pues, agrega: “Me llamo Barack Obama. My madre nació en Kansas. Mi padre nació en Kenia. Y yo, por supuesto, nací en Hawaii”.
Subrayada, esta útima frase, por un falso y exagerado guiño.
No sé que pueda pensar alguien más. A mí me pareció genial.

Thursday, March 22, 2012

Gardel tenía razón

Lo llamaban El Zorzal Criollo.
A casi ocho décadas de su muerte en un accidente aéreo en Medellín, Colombia, casi se atrevería uno a asegurar que Carlos Gardel fue el primer cantante popular latinoamericano de fama mundial.
No el primer artista, léase bien, sino el primer cantante latinoamericano de fama mundial.
En los últimos días, dos circunstancias me hicieron recordar a Gardel.
Se acumulan con los años, se la remueve en singular
Una fue el comentario de mi amigo Rubén en su muro de  facebook, a raíz de un video que alguien le había compartido: “La verdad es que se escapa un lagrimón cuando veo algo de Baires y escucho al zorzal”. (Las siluetas de Rubén y de una de sus hijas, Ale, se reflejan en el cristal en el extremo inferior izquierdo de esa foto captada en Los Inmortales, un restaurante porteño).
Para los no iniciados, eso de lagrimón alude a “Melodía de Arrabal”, en donde Gardel dice a su viejo barrio que la lágrima que le causa evocarlo “es un beso prolonga’o que te da mi corazón”. (Lo mismo para quienes ya gustan del payador como para quienes deseen conocer más, este sitio web tiene, tanto en español como en inglés, todo lo que a uno pueda interesarle).
La segunda (y de ahí el título de esta entrega) vino a raíz de una consulta por chat sobre si “snowblower” o cualquier otro equipo que sirve para despejar la nieve de veredas, calles y carreteras debería traducirse como “quitanieve” (a la usanza de muchos medios de comunicación) o como prescribe el DRAE:


quitanieves.
1. f. Máquina para limpiar de nieve los caminos.

El diccionario Oxford nos ofrece un resultado idéntico, tanto en lo relacionado con la traducción de “snowblower”

como de “snowplow”, también llamado “snowplower” o “snowplough”:

Nuestros ya conocidos amigos de la Fundéu, mientras tanto, en una recomendación que data de 2008, nos dicen:


"La forma correcta de referirse a las máquinas que retiran la nieve de las carreteras es máquinas quitanieves y no máquinas quitanieve, como aparece en muchos medios de comunicación.
“Con las primeras nevadas del invierno llegan las noticias de ciudades y regiones que quedan aisladas por la nieve, y en esas mismas noticias se habla casi siempre de las máquinas quitanieve o los camiones quitanieve, cuando lo correcto es quitanieves.
“La palabra quitanieves puede funcionar como sustantivo femenino: ‘una quitanieves, cincuenta quitanieves’, y también como adjetivo: ‘una máquina quitanieves, las máquinas quitanieves, el camión quitanieves’ ".
Como recordarán, en una entrega anterior decíamos que en esto del lenguaje no siempre es aconsejable eso de andarle buscando tres pies al gato y que la respuesta tiende a ser más que sencilla. Este sería un caso tal: se dice, se escribe quitanieves, porque así lo manda la Academia.
Y, sin embargo…
A decir verdad, no deja de estar muy claro para mí que en este caso quitanieves sea lo más correcto.
Por supuesto, bien puede ser que nada más sea yo quien piensa así.

Lo lógico sería suponer que cuando la RAE nos dice que el término es quitanieves, no otro, lo hace porque ya existen casos como este:


mondadientes.
1. m. Instrumento pequeño y rematado en punta, que sirve para mondar los dientes sacando lo que se mete entre ellos.


o el de este otro nombre compuesto


sacapuntas.
1. m. Instrumento para afilar los lápices.


a los que se suma este otro:


quitamanchas.
1. com. Persona que tiene por oficio quitar las manchas de las ropas.
2. m. Producto natural o preparado que sirve para quitar manchas.


Al igual que quitanieves, notarán que los vocablos citados son un compuesto de verbo y sustantivo.
La consulta al Diccionario Panhispánico de Dudas —no porque haya de creerse, en ningún momento, que irá en contra de la definición del DRAE, aunque ya hemos visto antes cómo nos aconseja usar yacusi, en oposición al más correcto jacuzzi del mataburros— no despeja las dudas, aunque en las normas sobre el plural dice:


2.6. Adjetivos formados por prefijo + sustantivo. Los adjetivos formados por la adición de un prefijo a un sustantivo son invariables en plural: faros antiniebla (no faros antinieblas), máscaras antigás (no máscaras antigases), sistemas multifrecuencia (no sistemas multifrecuencias). Algunos de estos adjetivos tienen como base un sustantivo plural, de ahí que presenten una -s final tanto en singular como en plural: policía antidisturbios, policías antidisturbios. Otros tienen dos formas admitidas, una con -s y otra sin -s, válidas tanto para el singular como para el plural: mina o minas antipersona, mina o minas antipersonas.


Si es antiniebla y no antinieblas, y antigás , no antigases, para solo mencionar dos de los primeros tres ejemplos, ¿por qué no quitanieve, en lugar de quitanieves?
Nada que ver, dirá probablemente alguno: aquí se habla claramente de prefijo más sustantivo, no de verbo más sustantivo.
Y qué, entonces, de este otro nombre compuesto por verbo más sustantivo:


quemarropa.
a ~.
1. loc. adv. Dicho de disparar un arma de fuego: Desde muy cerca.
2. loc. adv. De modo brusco y demasiado directo. Le preguntó a quemarropa


Locución adverbial, podría ser la respuesta, nada que ver tampoco.
No  queda  muy claro, decía antes, que quitanieves (en plural) sea lo correcto.
Pero sí me parece que Gardel (más propiamente Alfredo Le Pera, el compositor de “Volver” y quien murió en el el mismo accidente aéreo que segó la vida del tanguero) tenía razón al lamentar que “las nieves del tiempo platearon mi sien”.

Con el paso de los años, creo, vale el plural.
La nieve de un año se acumula sobre la del otro, en la figura retórica.
Pero solo porque se quitan (las) manchas no implica que hayamos de quitar (las) nieves.

Tuesday, March 20, 2012

Lecturas a medias

A nadie sorprenderá el revuelo desatado por el informe de la RAE sobre el sexismo lingüístico.
Es un revuelo que podría calificarse de relativo, habida cuenta de que no todo el mundo está siempre atento a las andanzas y malandanzas —¿hablanzas y malhablanzas?— del idioma.
No esperó a que se feminizara el Diccionario
Si alguien desea complicarse la vida hay una manera, que podríamos llamar compleja, de enterarse de cuáles han sido las reacciones al estudio de Ignacio Bosque: elige uno su motor de búsqueda preferido, ingresa una secuencia que incluya, por ejemplo, los términos “polémica” o “reacciones” y… voilá!, tendrá material suficiente para pasar un buen rato.
Ese método le dará a uno la oportunidad de leer este despacho de agencias sobre el tema.
Para quienes gustan de simplificar las cosas, basta con visitar el sitio web de la Fundación del Español Urgente y, una vez ahí, hacer clic en la pestaña de Noticias y Artículos.
¡Y presto! Listos para su lectura estarán artículos como este, en donde el director de la RAE responde a las críticas al informe de Bosque, o este otro, con una de las reacciones al estudio.
Ya hemos dicho en varias ocasiones que la Real Academia Española —y, por ende, el DRAE— tiene la misma infalibilidad que tenemos todos: ninguna.
Ídem por lo que concierne a impecable, es decir, sin tacha —en el sentido de que cómo seres humanos lo de intachable debe interpretarse siempre como un elogio calificado a una persona, no como sinónimo de inerrancia.

Los ejemplos abundan, pero sin ir muy lejos podemos remitirnos al caso de crayón que mencionamos en nuestra entrega anterior.
No parece haber explicación alguna para que esto
Artículo nuevo.
Avance de la vigésima tercera edición
crayón.
1. m. Lápiz o barrita para dibujar o colorear.


haya de figurar, en su momento —si es que, al final, así se incluye el vocablo en el mataburros— sin el rengloncito ese de marras que resume la etimología.
A menos que la explicación fuese que ya el origen del vocablo se atribuyó, previamente, a otro término que sí está ya en el Diccionario:


clarión.
(Del fr. crayon, quizá con infl. de claro).
1. m. Pasta hecha de yeso mate y greda, que se usa como lápiz para dibujar en los lienzos imprimados lo que se ha de pintar, y para escribir en los encerados de las aulas.


y que además será enmendado para la venidera edición del mataburros:


Artículo enmendado.
Avance de la vigésima tercera edición
clarión.
(Del fr. crayon, quizá con infl. de claro).
1. m. Barra de yeso mate y greda, que se usa como lápiz para dibujar en los lienzos imprimados lo que se ha de pintar, y para escribir en los encerados o pizarras de las aulas.


En vista de las reacciones al estudio sobre el sexismo lingüístico hay un sufijo, ente, y dos términos, gobernante y gobernanta que queremos citar.
Veamos primero el sufijo:


-ente.
(Del lat. -ens, -entis).
1. suf. V. -nte.
-nte.
1. suf. Forma adjetivos verbales, llamados tradicionalmente participios activos. Toma la forma -ante cuando el verbo base es de la primera conjugación, -ente o -iente, si es de la segunda o tercera. Significa 'que ejecuta la acción expresada por la base'. Agobiante, veraneante, absorbente, dirigente, dependiente, crujiente. Muchos de estos adjetivos suelen sustantivarse, y algunos se han lexicalizado como sustantivos y han generado, a veces, una forma femenina en -nta. Dirigente, dependiente, dependienta.


El femenino ya está previsto por el DRAE, aunque bien podría alguien argumentar que es solo reciente.
Y luego, las dos voces:



gobernante.
(Del ant. part. act. de gobernar).
1. adj. Que gobierna. Partido gobernante. U. m. c. s.
2. m. coloq. Hombre que se mete a gobernar algo.


gobernanta.
1. f. Mujer que en los grandes hoteles tiene a su cargo el servicio de un piso en lo tocante a limpieza de habitaciones, conservación del mobiliario, alfombras y demás enseres.
2. f. Encargada de la administración de una casa o institución.


Nada en el DRAE impide que a una mujer en la presidencia se la llame presidenta, como tampoco es cierto que “gobernante” se use únicamente para referirse a un hombre —nótese que la segunda acepción especifica claramente que se utiliza en el ámbito coloquial.
¿Estaríamos mejor si esa segunda acepción se leyese: “Persona que se mete a gobernar algo”?
Ídem por lo que respecta a gobernanta: ¿mejoraría la situación si a las mujeres en el poder político se las llamase gobernantas, no gobernantes, o habría un retroceso porque sería el equivalente de catalogarlas como encargadas de la limpieza?
¿Acaso impide esa definición, en su forma actual, que un hombre haya de desempeñar esas funciones? Me luce que la respuesta es no y que, de haber ya alguien del género masculino ejerciendo ese tipo de labores, se le llamará “encargado” o “conserje”, no “el” gobernanta.

Sentido común, ¿no les parece?
En todo caso, cierro contándoles de este miniexperimento con motores de búsqueda.
Específicamente, con Google y Bing.

Del primero, esta lista nos dice que es el más popular en el mundo entero. Y porque se trata de la incursión de Microsoft en el sector, el factor de reconocimiento de Bing tiende a ser mayor que el de muchos otros motores de búsqueda.
Escribe uno “Golda”, por ejemplo, en la casilla de búsqueda, y pueden apostar doble contra sencillo que entre las ofertas de resultados, si no al tope, figurará la reseña biográfica de la líder israelí Golda Meir.
Si, por el contrario, se escribe Benazir, más que probable que se tendrá la página de la líder paquistaní, y si ingresamos Indira será la información relativa a quien durante años dominó en la política de India. Aunque escribir Margaret ofrece resultados menos específicos que si optamos por Thatcher como secuencia, tengan por seguro que la biografía de la Dama de Hierro figurará entre los principales resultados de la búsqueda.
Veamos qué pasa con secuencias más próximas a nuestro idioma.
Michelle
Violeta, Lydia, Dilma y Cristina arrojarán, entre las principales ofertas de material, las páginas dedicadas a Michelle Bachelet, Violeta Chamorro, Lydia Gueiler, Dilma Rousseff y Cristina Fernández (en este último caso, según la región, puede que se tengan también la oferta de una personalidad de la TV y de una cantante pop).
Pretender que la causa de la mujer (la visibilidad de que habla Bosque) avanzaría si gobernanta fuera a modificarse para referirse a ellas sería, pienso yo, un absurdo.
Todo lo cual nos llevaría a concluir lo siguiente: puede que haya argumentos suficientes para sustentar la tesis de que nuestro idioma es sexista, pero no luce como que en momento alguno impidió que esas mujeres llegasen a gobernar.

Friday, March 16, 2012

Ni infalible ni impecable

Se los prometo, el título de esta entrega no tiene nada que ver con dogma alguno ni está remotamente relacionado tampoco con cualquier discusión de tipo religioso.
Ambos términos brotaron por ahí, al azar, durante un reciente chat de trabajo que nada tenía que ver con la religión.
Colorear o no colorear, he ahí el dilema
De chiripa —de carambola, si se quiere—, por esos mismos días del ciberchat y cuando preparaba la entrega más reciente sobre el concurso Doodle 4 Google 2012, reparé en que uno de los socios patrocinadores es la empresa Crayola, fabricantes del homónimo instrumento para colorear crayola.
En vista de que crayola aparece a veces como marca registrada en el sitio del fabricante, conjeturé que de estar ya incluido en el Diccionario de la Real Academia Española a lo mejor podría ser un caso similar al de jacuzzi.

Wednesday, March 14, 2012

Viajes con la imaginación

Menos de diez días.
No se necesita pasaje ni medio físico de transporte
De hecho, menos de una semana. Si tenemos en cuenta que la fecha del franqueo debe ser, como máximo, el próximo martes 20, quedan apenas seis días, a partir de hoy, para el envío de participaciones al concurso Doodle 4 Google 2012.
Quienes nos hayan visitado con alguna frecuencia habrán notado imágenes como la que incluimos con esta entrega, por lo general en el espacio entre el primero y segundo post del blog.
Los que hayan hecho clic en esa imagen se habrán enterado ya de que se trata del concurso anual de Google para escolares de Estados Unidos (desde Kindergarten hasta el 12º Grado), cuyo ganador en 2011 fue Matteo Lopez.
El tema del concurso fue “What I'd Like To Do Someday” (Lo que me gustaría hacer algún día). López, entonces de 7 años, triunfó con “Space Life” (Vida espacial).

Tuesday, March 13, 2012

El gozo de descubrir

Video: mejor vivir desconociendo que tener respuestas erróneas
Diez días, que incluyen un domingo y todo un “finde”, son tiempo más que suficiente como para digerir un estudio por demás interesante.
Me refiero al trabajo del académico de la RAE, Ignacio Bosque, sobre Sexismo lingüístico y visibilidad de la mujer, cuya lectura in toto recomendábamos en una de nuestras entregas previas.
Aunque jamás se pretendió que hubiese obligación alguna de leerlo esperamos, por supuesto, que quienes nos visitan hayan tenido la oportunidad de hacerlo.
Quienes dedicaron algún tiempo a la lectura del documento completo, sin limitarse al comprimido y sintético extracto periodístico sobre la divulgación del documento, habrán notado entre las muchísimas incongruencias mencionadas por el autor, casos como los siguientes.
Un primer caso es la observación del académico sobre la incoherencia de los autores de esas guías presuntamente destinadas a la erradicación del sexismo en el lenguaje, contra viento y marea y sin importar qué normas se vulneren.

Thursday, March 8, 2012

El mundo está cambiando

Así nos dice desde los 60 el grupo uruguayo Los Iracundos , cuyo éxito Es la lluvia que cae continúa con la promesa de que no solo ese mundo está cambiando, sino que también “cambiará más”.
Y sin embargo…
Vean por ejemplo la captura de pantalla que ilustra esta entrega.
La tragedia fue posterior 
Trágico y deplorable. Un negro episodio en la historia laboral del mundo entero, no solo de Estados Unidos.
La cifra de muertes en el incendio de la fábrica de camisas Triangle —que este artículo del History Channel fija en  145 (una menos que el total citado por el diario madrileño ABC)— es dantesca, para acudir a un calificativo frecuente cuando se habla de este tipo de desastres.
Nada que ver, sin embargo, con la celebración del Día Internacional de la Mujer.
Al menos, digo, en base a los datos que la web nos permite ahora recabar con facilidad con un simple golpe de teclado.
Vamos por partes.
Si nos atenemos al relato de Wikipedia, el primer Día Internacional de la Mujer se habría celebrado el 18 de marzo de 1911.

Saturday, March 3, 2012

El cinco es par

También el tres.
No hablo de números pares o nones —todo el mundo sabe que tanto el tres como el cinco son nones, o impares.
Me refiero, en este caso, a la definición de par aplicada al golf: el total de golpes establecido para completar un hoyo.
Artificio o triquiñuela, si se quiere.
Foto de la fachada de la RAE en su sitio web
Pero en ninguna manera una falsedad, siempre que haga la precisión de que hablo de golf y que me refiero a catalogar como par al tres o al cinco según una definición aplicada a ese deporte.
O sea, siempre que diga algo así como, “En golf, el cinco es par” o “Este es un hoyo de par tres”.

Si yo pretendiera (y lo digo estrictamente para fines explicativos, no que esa sea mi intención) sostener que en virtud de esa acepción el cinco o el tres son  pares estaría incurriendo en lo que en lógica se denomina un sofisma.
Como pueden ver en el hiperenlace del DRAE, la actual definición (ya escueta de por sí) se sintetizará aún más para la próxima edición del Diccionario:


Artículo enmendado.
Avance de la vigésima tercera edición
sofisma.
(Del lat. sophisma, y este del gr. σόφισμα).
1. m. Razón o argumento falso con apariencia de verdad.

Tuesday, February 28, 2012

... traga más pinol

Debe haber por ahí algún método exacto, sumamente preciso que ayude a determinar la frecuencia con que se usan las palabras en el habla cotidiana.
Si lo hay, tengan ustedes por seguro que no lo tengo a mano.
Conjeturo sobre la existencia de un método así porque ve uno la manera en que se incorporan en el DRAE —o se los excluye— ciertos vocablos y la conclusión debería ser, me parece, que están en el Diccionario porque como al fin y al cabo el habla la hace(mos) la gente, seguro que se debe a que el uso es (o no es, si se trata de un vocablo excluido) mayoritario.
En otras palabras, pues, que habrá por ahí algún momento en el cual los miembros de la Academia deciden que ya está bien con andar reinventando la rueda, que para eso están las normas referidas al uso de extranjerismos y que es aceptable usar software, en vez de soporte lógico, porque al fin y al cabo, como es bien sabido, todo el mundo dice software.
La democracia (¿gramatocracia?) en acción. También podría llamársele sentido común.

Sunday, February 26, 2012

El que tiene más saliva…

Hidratación es un concepto que se aprende con facilidad.
Pruebe usted a vivir en lugar donde el clima se considera fresco cuando el termómetro registra 32 °C al amanecer y verá como, una vez que se aprenden, los beneficios de hidratarse le resultan algo así como una especie de sabiduría innata.
No que uno pueda presumir siempre de sabio o que la prudencia caracterice siempre su manera de actuar. En lo de hidratarse, digo.
Tanto mi infancia como mi adolescencia transcurrieron en el este de mi país.
Corona de Fuego: pintura de Joaquín Orellana
Hice mis estudios secundarios, por ejemplo, en la ciudad natal de mi madre, donde el sarcasmo de adolescentes nos hacía jactarnos de que hace ahí, “un clima tan frío que con frecuencia cae nieve”.
A lo mejor la frase la inventaron adolescentes de alguna generación previa, pero como nunca la escuché decir a personas mayores de la misma ciudad, estoy seguro de que la mía (mi generación, quiero decir) no se enfadará si le atribuyo la autoría.
Cuando se vive en un lugar así, calificativos a menudo asociados con calor —como tórrido, agobiante, abrasador, tropical, ardiente, asfixiante… y paro de contar— ingresan  rápidemente en nuestro léxico.
Igual que el tema ese de hidratarse.

Sunday, February 19, 2012

Sonidos del Silencio

Una de mis nietas, la número nueve, celebró hoy, domingo 19, su cumpleaños número dos. (Otra más, la número diez, lo celebrará dentro de exactamente una semana).
Nada que ver, ninguna de las dos ocasiones, dirá más de alguno, con el idioma y temas relacionados de que se trata este blog. Totalmente de acuerdo.
Pero aguántenme un pelín y verán cómo la mención sí viene a cuento. Al menos confío en que así sea.
Sin temor alguno, pero con galantería
Muchas veces las cosas suceden de manera inesperada.
Hace apenas unos días, por ejemplo, veía en la TV la competencia anual entre maestros de Jeopardy, el programa ese donde gana el competidor que más rápido responda cuál es la pregunta que corresponde a la definición enunciada por su conductor, Alex Trebek. (OK, OK. Gana quien al final acumula más pasta, pero me refiero a las preguntas individuales, no al resultado del programa).
En la entrevista de rigor dentro del programa, una de las participantes, Jessica Dell'Erea, mencionó que tiene sinestesia, la condición esa por la cual hay personas que básicamente “ven” números o letras con un cierto color.

Friday, February 17, 2012

Algo nuevo bajo el sol

Decíamos, en entregas anteriores, que muchos de los cambios anunciados por la Real Academia Española en los años recientes —tras la última edición de la Ortografía de la Lengua Española (2010)— distaban de ser novedosos, en el sentido de que más bien constituyen un reconocimiento de que lo normado discrepaba de la práctica.
Si acaso, decíamos, las medias tintas esas en torno al punto decimal, cuyo uso es ahora una recomendación de la RAE, “aunque se sigue aceptando la coma (decimal)”, no dejaba de ser la expresión formal de algo ya reconocido desde principios de siglo en el Diccionario Panhispánico de Dudas (DPD).
Con todo y lo impresionante que sea esa aceptación de la costumbre y la práctica (porque la recomendación va más allá del campo puramente gramatical, del ámbito de la ortografía, y afecta sectores como el comercio internacional), no extraña que el mayor énfasis de la RAE (y organizaciones asociadas como la Fundéu BBVA) esté en temas como el relacionado con el uso de la tilde diacrítica enel adverbio solo.
Si alguna vez llegáramos a encontrarnos con alguien que afirmase, tajante, que a partir de ahora (o de la fecha que opte por mencionar) la Academia ha proscrito el uso de la tilde en el adverbio solo, bien podríamos argumentar que, bueno, sí pero… a lo mejor, no.
Veamos, primero, un documento más reciente, el ya mencionado pdf de la Fundéu BBVA con Novedades de la Ortografía:


Nótese la frase inicial: no debe tener tilde nunca cuando no hay riesgo de ambigüedad.

Wednesday, February 15, 2012

Concisión y laconismo

Esa capacidad de síntesis que tienen ciertos términos, en cualquier idioma que podamos pensar, no tiene nada que ver con braquilogía, una figura retórica que ingresará al Diccionario de la Real Academia Española en su próxima vigésima tercera edición.
Nada que ver tampoco con otra figura de construcción, la elipsis, término que nos ha sido más familiar a lo largo de los años, similar a la braquilogía pero, como figura gramatical, ligeramente distinta.
Falta el café para que sea coffee-break
La definición del DRAE sobre braquilogía, “Expresión corta equivalente a otra más amplia o complicada”, y el ejemplo subsiguiente, me creo honrado por creo que soy honrado, puede inclusive que hagan más difícil de comprender en qué consiste esa figura retórica.
Un ejemplo más claro, en mi opinión, sería el “¡Buenas!” con que suele acortarse la expresión “¡Buenas tardes!”.
Otros ejemplos que menciona uno de los expertos de un sitio web en Estados Unidos, Richard Nordquist, son las expresiones en inglés coffee-break y social disease, a su vez citados previamente por otros filólogos o lingüistas.
La primera, dice la cita que proporciona Nordquist, es la expresión usada para referirse al "receso para tomar un café" y la otra (a su vez un eufemismo por enfermedad venérea) para aludir a una "afección contraída a través de un estrecho contacto (social)".

Monday, February 13, 2012

Ni saudade ni morriña

Con vallenato pasa, en inglés, lo mismo que sucede con rap en español.
No hay un término equivalente y, por lo tanto, la única opción para incorporarlo a la lengua es asimilarlo. Pero nada de eso significa que no pueda dársele sentido o interpretación, que no se lo pueda definir: que sea intraducible.
En este caso,  mamihlapinatapai   
Sea que optemos por el escueto “ 'folk song (about local events)' in Colombia” del Oxford, por el comparativo y aún más breve “Colombian bluegrass” o por una definición todavía más extensa, el vocablo es traducible.
Lo que nos trae al dicho frecuente ese, la creencia extendida (la escucha uno a menudo entre los reporteros de la televisión norteamericana, pero no se limita a ese entorno) de que hay una grandilocuencia innata en el español y que no hay, en nuestra lengua, voces sin equivalente inglés.
Oigo eso y pienso, de inmediato, en estrenar, un verbo español para el cual (me atrevo a asegurar, pero bien podría estar equivocado) no hay uno equivalente en inglés.

Sunday, February 12, 2012

Ventajas del multiculturalismo

Tiene sus ventajas, esto de vivir en un entorno multicultural.
Hace unos días, por ejemplo, veía en la página de facebook de uno de mis contactos el comentario suyo sobre unos cursos en línea de náhuatl (o nahua) que alguien le había referido. Abro una de las páginas web del curso y de inmediato reconozco, de entre la transcripción de decenas de términos del idioma indígena, uno que escuché desde niño, tapiscar.
Todos tapiscados, aunque ninguno sea maíz
No sé en qué momento ingresó a las augustas páginas del DRAE el verbo que describe la cosecha (la definición en el mataburros se refiere a recolección) del maíz, pero me atrevería a asegurar que no estaba ahí cuando yo lo conocía ya de pequeño.
Eso de que el multiculturalismo tiene sus ventajas vale también para casos como el que relato a continuación, en los que no le queda a uno más remedio que contener una sonrisa, la verdad sea dicha, hacer un verdadero esfuerzo para no soltar una carcajada porque, al fin y al cabo, es simplemente cuestión de regionalismos.
Mientras espero a que alguien despache mi pedido en la tienda adyacente al supermercado que suelo frecuentar para compra de víveres, escucho a una de las empleadas decir a alguien: “Iba a llamarte, pero entre una cosa y otra me empalomé”, con el sobrentendido de que no lo hizo.

Saturday, February 11, 2012

La maestra

Hace ya bastante tiempo que por primera vez publiqué, en otra parte, la historia que titulé The Teacher y que reproduzco inmediatamente abajo de esta nota.
Al releerla me percato de que tiene algunos errores, pero la reproduzco tal como la dí a conocer la primera vez porque, al fin y al cabo, ya tiene algún tiempo de estar por ahí.
La escribí en los días posteriores a la muerte de mi madre, en agosto de 2008, cuando ella había cumplido ya 93 años y medio.
Ellas practicaban la lección, yo la absorbía
El título de mi corta remembranza aludía no solo a su profesión de maestra, que ejerció desde mucho antes de que yo naciese, sino también al hecho de que fue ella, tanto al prodigar sus conocimientos de manera casi constante y con los relatos que yo me deleitaba infatigablemente en escuchar una y otra vez, quien plantó en mí el deseo de aprender cuanto más pudiese.
Nada hay de jactancia en el relato, aunque bien pudiera ser que alguien se vea tentado a pensar así. Rememoro la forma en que mi abuela paterna y otros de mi familia aseguran que yo aprendí a leer, casi al mismo tiempo que aprendí a caminar. Pero el recuerdo no es alarde alguno, sino un homenaje a la manera solicíta en que mis tías cuidaban de mí: mientras ellas practicaban la lección, conmigo en brazos, yo absorbía los trazos y los sonidos de las letras. (Solícito fue también el cuidado que ambas prodigaron a mi madre, valga la pena agregar, durante sus últimos años, cuando la vida nos impidió a muchos de sus hijos hacer lo propio).

Friday, February 10, 2012

Listo para el "finde"

“¡Mmmm, pues yo diferencio entre bañera de hidromasaje y jacuzzi!”, chateaba una amiga sevillana, horas después de que A pie juntillas estuviera por ahí en la web. Y coincidimos en que, como ya dijimos antes, no se trata de si adaptar o no las voces extranjeras a la grafía española es permisible.
El tema es cuándo esa búsqueda de uniformidad es aconsejable.
Eleva una cometa, no solo en "finde" 
En el caso de jacuzzi, creemos, no lo es, por cuanto la condición de marca registrada lo prohíbe. Y por otro lado, está esa visible discrepancia de la RAE: mientras el Diccionario Panhispánico de Dudas sugiere adaptar la grafía, el DRAE mantiene la original.
Nada de eso supone desconocer lo que con frecuencia se da a nivel de uso popular.
Se pide un Kleenex®, aunque esté claramente a la vista en el paquete que se trata de una toallita desechable de otra marca. Y ya nadie usa más pañales desechables, sino que Pampers®, aunque —de nuevo— sea otro el fabricante.
Hay por lo menos un país de América Latina en donde la gente llega todavía a las tiendas a pedir Fab (un detergente para lavar ropa que al parecer dejó de comercializarse hace muchos años en ese país). Cualquiera de nosotros puede traer a cuento casos similares.

Thursday, February 9, 2012

Lo que llamamos rosa

Aunque Aspirina (con mayúscula inicial) mantiene su condición de marca registrada para el consorcio alemán Bayer en decenas de países del mundo —el DRAE así lo consigna al definir el término—, son también decenas los países (empezando por Estados Unidos) en donde es un vocablo genérico.
No son rosas, pero tienen fragancia
Puedo perfectamente, sin necesidad de obtener autorización alguna del consorcio germano, fabricar aspirina y comercializarla como me plazca.
En las escuelas estadounidenses de periodismo, administración de empresas, derecho y otras disciplinas, aspirina es una mención prácticamente obligada cuando se habla de la protección de la propiedad intelectual o industrial y de temas como los de marca registrada, marca comercial, marca de servicio y otros relacionados.
No se trata aquí de profundizar sobre todos esos temas y hay sitios web, como el de la Oficina Española de Patentes y Marcas, que ponen gratuitamente a disposición de los cibernautas herramientas tales como la Guía de Patentes y Marcas para ayudar a los profanos a surcar esas aguas.
El tema viene a raíz de la dicotomía esa que abordamos en el post anterior.
La vacilación que puede hacer presa de nosotros cuando el Diccionario Panhispánico de Dudas (y las Novedades de la Ortografía) nos aconsejan usar yacusi, mientras la RAE instruye en el mataburros a preservar la grafía inglesa jacuzzi.

Wednesday, February 8, 2012

A pie juntillas

Hay cosas que de inmediato le hacen pensar a uno en algo divertido.
Bañera de hidromasaje, si es de otra marca
Téngase, por ejemplo, el ya antes citado pdf con Novedades de la Ortografía. Fue nada más leer, ya casi al pie de la página 5, las recomendaciones de la RAE referidas a la g y la j en los vocablos prestados de otros idiomas, que quien se vino a la mente fue el ya fallecido cómico afroamericano Redd Foxx.
El humor de Foxx era impúdico y en más de alguna oportunidad fue sujeto de censura. Puede que muchos de los hispanohablantes que viven en Estados Unidos lo recuerden por la serie televisada Sanford and Son.
Uno de los episodios de esa serie incluyó un diálogo en el cual una mujer latina le pregunta algo, solo que no formula su interrogante con una frase completa, sino que utiliza nada más el pronombre en inglés para “usted” o “tú”.
Mujer:                                          You? [¿Y usted?]
A lo que Sanford responde:         No. African-american!
La respuesta de Sanford, que genera una mirada perpleja de la mujer (la cual naturalmente los productores destacan con la risa enlatada de rigor), se explica porque el fuerte acento hispano de la mujer hizo que sonara como si ella hubiese dicho a Foxx:
Mujer:                                        Jew? [¿Es usted judío?]
No somos pocos quienes en más de alguna oportunidad nos habremos topado con episodios similares al aventurarnos a hablar en un idioma extranjero. O que habremos presenciado o escuchado anécdotas de parecido corte.
Aunque esté incluido en Novedades de la Ortografía, el consejo sobre la manera correcta de incorporar a nuestro idioma el término inglés manager nada tiene de novedoso.
El Diccionario Panhispánico de Dudas (DPD), cuya primera edición circuló en 2005, ya incluye el término y precisa lo siguiente:
Aunque suele pronunciarse [mánayer], como en inglés, en español debe adaptarse la pronunciación a la grafía y decirse [mánajer]. Es común en cuanto al género (→ GÉNERO2, 1a y 3g): el/la mánager.
(Aclaro que consulto el DPD vía Internet, de manera que bien podría ser que todo lo relacionado con [mánayer] —¿o será [mánajer]?— no esté de hecho en la edición impresa y que sí sean novedosas las recomendaciones en el pdf).
Una manera segura de evitarse tal intríngulis en cuestiones de pronunciación sería, naturalmente, conocer a la perfección el Alfabético Fonético Internacional, el cual nos describe los sonidos de cada una de las letras que utilizamos.
Pero eso es prácticamente un imposible. De ahí que uno deba apoyarse en los entendidos para resolver cuestiones sobre pronunciación.
Pero también debe uno ser cuidadoso y aludo, con ello,  a lo siguiente en el pdf:


Lo de yacusi no es nada nuevo: figura también en el DPD.
Y en este caso, me parece, el Panhispánico—que, como habrán notado, precisa que se trata de una marca registrada— no anda del todo bien.
El término figura actualmente como voz inglesa en el DRAE. Y es por su condición de marca registrada que su grafía se mantiene, según puede verse en el avance de la vigésima tercera edición:

Aun cuando se trate de entendidos, uno debe tener siempre en mente que jamás es aconsejable seguir consejos a pie juntillas.
En pocas palabras, debe uno discernir.

Tuesday, February 7, 2012

Plus ça change...

Bien podría decirse que Jean-Baptiste Alphonse Karr fue un visionario.
Por ahí wikipedia detalla la historia de su familia y los méritos individuales de este crítico, periodista y novelista francés.
El extracto biográfico detalla los destacados logros de Karr en las distintas actividades que emprendió durante su vida.
No importa cuán destacados fueron esos logros.
Karr ha pasado a la posteridad por su autoría de la frase que acortamos para titular esta entrega: Plus ça change, plus c'est la même chose.

Según la norma, debería escribirse 15 000 millones
Algo así como “mientras más cambian las cosas, más se mantienen iguales”.
El epigrama (¿aforismo?) de Karr se publicó en 1849, en el mensuario satírico Les Guêpes (Las Avispas), que él fundó.
Queda descartado, pues, que se estuviese refiriendo al uso de la coma o del punto como separador de decimales al escribir cantidades.
Pero vamos por partes.
Las nuevas normas de ortografía anunciadas hace apenas unos meses por la RAE nos dicen (según el extracto del pdf divulgado por la Fundéu BBVA):


Nótese que se trata de una recomendación de usar el punto decimal, seguida de: “… aunque se sigue aceptando la coma”.
Un cambio, dirán algunos. Bueno, sí… y, al mismo tiempo, no.
Veamos por qué.
Durante más de medio siglo, todos hemos aceptado la existencia de una normativa internacional por la cual se establece el uso de la coma para separar los decimales.
¿Cómo que hemos aceptado?, podrá decir más de alguno, esgrimiendo libro (o mouse —y bueno, ratón, pues— de la computadora) en mano para recordar que el Diccionario Panhispánico de Dudas dice claramente:
“4.4. En los números escritos con cifras, la
normativa internacional establece el uso de la coma para separar la parte entera de la parte decimal: π = 3,1416…” (negritas mías).


Lo de “normativa internacional” referida a la coma decimal se repite aquí:
4. Usos no lingüísticos

“En las expresiones numéricas escritas con cifras, la normativa internacional establece el uso de la coma para separar la parte entera de la parte decimal. La coma debe escribirse en la parte inferior del renglón, nunca en la parte superior: π = 3,1416.” (negritas mías).
Tanto al hablar del uso no lingüístico del punto como del de la coma, el DPD destaca, en el caso del primero, que el uso del punto decimal es “propio de países de habla inglesa y extendido en algunos países hispanoamericanos”.
Agrega: “El uso del punto como separador de la parte entera y la decimal se ha generalizado para señalar la ubicación de las emisoras de radio en el dial: Radio Intercontinental, 104.9.”.
[A lo cual digo, ¡Satamismo! Si nadie puede precisar la última vez en que escuchó a algún locutor invitar a la sintonía de La Romántica 102 coma 9 es porque ese no fue jamás el uso.]
Una precisión similar hace el DPD en ese apartado 4 del uso no lingüístico de la coma, justo inmediatamente después de escribir π con la separación de la coma decimal:
“Pero también se acepta el uso anglosajón del punto, normal en algunos países hispanoamericanos (→
punto, 4.4): π = 3.1416.”

O como dirían algunos en mi país, gallo-gallina. Medias tintas, dirían otros. Lo cual es precisamente la historia en torno al famoso punto/coma decimal.

Dos años antes de que el DPD viese la luz del día, la Oficina Internacional de Pesos y Medidas (BIPM) —la sigla se refiere a su nombre en francés, Bureau International des Poids et Mesures)— anotaba ya, tras la conclusión de su 22ª conferencia general, toda la historia en torno al debate de punto o coma decimal (como se lee ahí, lo de normativa internacional era simplemente la interpretación que se hacía de la Resolución 7 de la conferencia general celebrada en 1948).
Esa parecería ser la conclusión más lógica, en vista de que el documento citado en esa página web agrega, tras resumir la cuestión, que la 22ª conferencia

declara que el símbolo para el separador decimal será lo mismo el punto sobre el renglón o la coma sobre el renglón” (mi traducción)

El documento concluye (reproduzco en la versión original en inglés) diciendo que la conferencia

reaffirms that "Numbers may be divided in groups of three in order to facilitate reading; neither dots nor commas are ever inserted in the spaces between groups", as stated in Resolution 7 of the 9th CGPM, 1948.

O, como dice la RAE en sus nuevas disposiciones de ortografía: “Se recuerda que lo apropiado para agrupar los dígitos de tres en tres es el espacio, no la coma ni el punto”.

Se recuerda, anoto, porque ya lo dice el DPD en su mención de los usos incorrectos del punto:

“5.2. Aunque todavía es práctica común en los números escritos con cifras separar los millares, millones, etc., mediante un punto (o una coma, en los países en que se emplea el punto para separar la parte entera de la decimal), la norma internacional establece que se prescinda de él. Para facilitar la lectura de estos números, cuando constan de más de cuatro cifras se recomienda separar estas mediante espacios por grupos de tres, contando de derecha a izquierda: 52 345, 6 462 749.”


Es usted un genio total, M. Jean-Baptiste: Plus ça change, plus c'est la même chose.

Sunday, February 5, 2012

El rap perdió las comillas (y la bastardilla)


La afición desmedida a la música popular no figuró nunca al tope de mi lista de actividades preferidas.
Los tributos a Messi no son su culpa
Nótese que digo desmedida, como en el caso ese de los extremos a que llegaban y todavía llegan muchos de acampar por horas —y hasta días— a la espera de adquirir entradas para un concierto. Eso vale para cualquier expresión de música, como también para cualquier intérprete.
Ausencia de fanatismo no quiere decir, en modo alguno, alejamiento total.
Lo que de chico y adolescente era el natural resultado de estar al tanto de qué está pasando en derredor, devino luego —ya como profesional— en la observación continua y detallada del hacer cultural, tanto a nivel local y regional, como del mundo entero.
La información que no se lograba de primera mano o por afán personal la suministraban tanto familiares como conocidos. En un post anterior (De motes, sobrenombres o apodos) mencioné al recientemente fallecido Julio Cruz, uno de los integrantes originales del grupo rocanrolero J3T2, que en mis años de escuela secundaria andaba ahí haciendo música.
Otro de mis contemporáneos también ya fallecido, Ricardo Jiménez Castillo (Lord Darkie), integraba junto con otros compañeros de universidad, allá a principios de los 60, el grupo Los Supertwisters, al que por cortesía de este grupo de facebook puede escucharse con esa versión de Tell Me What I Said.
A pesar de la mediatización de la música popular (la cual llevó a que un éxito del rock and roll como Long Tall Sally —aquí en una interpretación de John Fogerty— solo se conociera  en gran parte de América Latina como “Popotitos”), Lord Darkie (y Los Supertwisters) se las ingeniaban para hacerle conocer a uno las versiones originales. Lo mismo podría decirse de otros conjuntos en distintas partes del mundo hispanohablante.
Contemporáneo también es Gil Scott-Heron, de cuyo deceso en mayo de 2011 informó National Public Radio, según pueden ver en la captura de pantalla de la página web incluida arriba.
En modo alguno pretendo, al decir contemporáneo (en vista de que cada uno de los dos músicos a quienes previamente he mencionado sí lo fue), conocido de manera personal.
Distinto es el caso de su obra.
Hará ya poco más de 35 años que The Revolution Will Not Be Televised, que data de 1970, ingresó en mi esfera de conocimiento. Esa canción-poema y otros de los trabajos de Scott-Heron han hecho que se le considere uno de los precursores del hip-hop y de lo que ahora se conoce como rap.
La obra de Scott-Heron, naturalmente, se enmarca en un convulsionado período en la historia estadounidense, una forma de expresión que muchos de quienes han dado en adoptar ahora ese género musical aún mantienen, como puede apreciarse en la obra de El B y Aldo, para mencionar a solo dos de los muchos que en América Latina han hecho con el rap lo que gente como Lord Darkie hicieron en su momento con el rock.
Tanto aquí en Estados Unidos, por supuesto, como en el resto del mundo, esa expresión musical ha generado fenómenos como el de Vanilla Ice o composiciones que no pasan de ser curiosas, como en este homenaje de sus seguidores al futbolista argentino Leo Messi.
Hace menos de 10 años (y puede haber muchos otros ejemplos por ahí) que la mención de rap en los medios de comunicación, como en este despacho del diario madrileño El País, se apegaba a las normas de la RAE para el uso de extranjerismos.
A escasos días de mencionar lo sucedido (o no sucedido) con el twist (Aunque no esté, se baila) y la modificación con la grafía del rock and roll (Rocanroleas tú, rocanroleo yo), una revisión del DRAE nos informa que ese no será más el caso con el rap, que perdió ya las comillas y la bastardilla.

Saturday, February 4, 2012

Golfea todo lo que quieras

Con lo de zigzagueo en la entrada anterior aludía, me parece que habrá quedado claro, a casos como los de show y look.
Un día están en el Diccionario y, como por arte de magia, al siguiente se esfumaron.

Por supuesto que habrán pasado años entre la inclusión y el defenestramiento.
Pero utilizo la hipérbole de ese imaginario abracadabra porque la vacilación impacta entre la gente que busca hacer las cosas bien.

Pero en la cancha, haces putting
Nada tiene de malo corregirse y enmendarse. Pero son casos como los de esos dos términos los que me recuerdan aquello de, “El que pispilea pierde”, la norma en uno de los juegos infantiles en mi país. El primero que parpadea cede el paso a otro competidor. Aquí, parpadea uno y no se da cuenta de que algo ha cambiado.
No debería extrañarnos si alguien concluye que ese sube-y-baja luce como una versión sin música de la “María” de Ricky Martin, “un pasito 'pa 'lante … un pasito 'pa 'trás”.
Salvo por aquellos que a diario lidiamos con el lenguaje (no hay necesidad de cuantificarlo, pero convengamos en que somos un porcentaje casi microscópico del universo total de hispanohablantes), nadie más anda por ahí con el DRAE a cuestas o tiene a la mano los recursos de consulta —o, de hecho, se preocupa por hacer consultas: si el término está en los medios o ingresó en su entorno, ahí quedó.
La respuesta completa a la pregunta de Ana Elvia en torno a cómo tratar con los extranjerismos, los aportes de otros idiomas a nuestra lengua, está aquí. Básicamente, si ya hay un término equivalente en español, cuyo significado sea el que se pretende transmitir, se usa el término en español.
Muchos neologismos en el habla común, el cotidiano decir de la calle, el que utilizamos todos, aún a sabiendas de que “así no se dice”, no son tal cosa. Reflejan nada más el hecho de que cada uno de nosotros opta a menudo por ser “paresito faraón” (como lo escuchamos aquí en la voz de Antoñita Romero): “en vez de la cuesta arriba, prefiero la cuesta abajo”. (La canción, por cierto, nos es más familiar a la gran mayoría en esta interpretación de Juan Legido y los Churumbeles de España, aunque youtube nos ofrece muchas otras versiones, como la de Amalia Rodrigues).
Se dice “lonchar” por pereza o por ignorancia, porque perfectamente deberíamos decir “voy a almorzar”, como también por pereza o ignorancia se dice “troca” para referirse a una camioneta, un “pick up truck”. Ni lonchar ni troca se merecen discusión.
Ahí están también las normas de la RAE para el tratamiento de lo que cataloga como extranjerismos necesarios o muy extendidos (categoría, por cierto, que podría explicar o justificar la inclusión esa, efímera al fin de cuentas, de show y look). Muy pocos disputarán el acierto del apartado 2.1, referido al mantenimiento de la grafía y pronunciación del idioma de origen.
Donde habrá, aun entre los mismos académicos, mucha tela que cortar, y donde naturalmente se impone esa orientación y guía de la RAE (porque llegamos al final de la ruta y necesitamos de un lazarillo, de cubierta a la intemperie) es en las decisiones sobre los apartados 2.2.a) y 2.2.b).
Un aparte, previa la conclusión de esta entrega.
Las normas pueden ser de reciente elaboración, pero reflejan  lo que ha sido usual en el idioma.
Papa, del quechua, y tomate, del nahua, se asimilaron sin problema alguno. Los franceses tuvieron que inventarse pomme de terre para el tubérculo y los italianos no se ruborizaron nada para referirse al humilde tomate como pomo d'oro (resumo, claro, hay mucho más sobre cada término).
O sea, los dos apartados esos son diáfanos y sintetizan lo que ha sucedido con nuestro idioma a lo largo de los siglos.
Se presupone, por otro lado, un conocimiento del lenguaje extranjero originario para entender por qué un término figura así con grafía española.
Quienes viven en Estados Unidos no tendrán problema para asimilar airbag en el español de uso cotidiano (sí, el DRAE nos autoriza a usar el término tal cual), pero doble contra sencillo que nadie dirá [airbág] como aconseja la Academia, sino que optará por [érbag], su enunciado en inglés.
¿Y qué de cruasán, como el DRAE nos autoriza ahora a españolizar el vocablo?
Para quien no tenga ni la más mínima idea del francés y se haya referido como “croisánt” al referido bollo (hablo de un contexto en el cual no hay ninguna descripción ni referencia adicional), cruasán les será de tan difícil comprensión como cualquier otro vocablo extranjero. (Me abstengo de siquiera pensar cuál será la reacción al mamotreto ese de cruasán entre los argentinos, con su medialuna —una broma, naturalmente, porque cruasán no ha sustituido a medialuna).
La RAE y sus correspondientes en el resto del mundo nos ayudan, nos guían, nos aconsejan. En la lengua de uso diario, es el sentido común, el discernimiento, lo que prima.
Ahí están los sufijos para hacer verbos de sustantivos.
Twist, dijimos antes no está en el Diccionario. Pero “se baila (o se bailaba) el twist”, no tuisteaba nadie. Y aunque la RAE no lo hubiese incluido jamás y golfear, el verbo español, signifique otra cosa en su acepción listada, ya la gente “golfeaba” o “iba a golfear” en las canchas de golf.
Un deporte, que por cierto, nos ofrece el verbo “to putt”, uno de los términos a los que jamás habrá de aplicarse la disposición esa que puede aplicarse a golf [golfear] y a Twitter [tuitear].
Doble contra sencillo que quien vaya a golfear en, por ejemplo, el hotel Biltmore de Coral Gables, ilustrado arriba, preferirá seguir dando de golpes cortos o "hacer putting" para enfilar la pelotita al hoyo antes que usar un verbo que, en el mejor de los casos, significaría proferir improperios o insultos y, en el peor, yogar por lucro.